Las animadoras siempre caracterizaron a la comparsa y fueron un ícono de los años 80 y 90. Siempre desbordantes, acompañando el ánimo de la escuela de samba, ellas estaban presentes demostrando la alegría junto a sus plumerillos característicos.
Con los años quizás vinieron nuevas modas, pero siempre queda el recuerdo de los que las vieron desfilar.
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