El viernes 30 de enero se llevó a cabo la presentación del tan esperado monolito de la comparsa marabú, un sueño que "Mima" Correa luchó durante años y que en el 50 aniversario se logró concretar.
Una banda interesante de ex integrantes se reunió durante varios días para armar la fiesta. Con sólo la colaboración de estos ex comparseros y la ayuda de panaderías locales que aportaron la torta, la flamante fiesta comenzaba a tomar un rumbo interesante.
El día de la fiesta, un aire de compañerismo y reencuentros hizo emocionar a mas de un curioso que cruzaba por ahí. Juntos limpiaban la vereda de San Martín y Sarmiento, y adornaban con globos a lo largo de la calle Sarmiento, especialmente frente al club Sarmiento, lugar del baile.
La noche llegó, de a poco la gente se comenzó a juntar, y para sorpresa de muchos, el pueblo marabucero dijo presente, inundando calles y veredas con una alegría inmensa y con gran espectativa por la inauguración del monolito. Junto a la gran cantidad de participantes, muchos medios de comunicación locales transmitían la fiesta de los marabuceros.
Fue entonces que llegó el momento de la inauguración, la altisonante voz de "Moncho" Chilotegui presentó a las fundadoras de la comparsa: "Negra" Espíndola y "Mami" Borda, a la primer reina, "Ñata Kigental", también al creador de la marcha de Marabú "Chacho" Hartl y a un diseñador apasionado, Mario Merlo. Luego del corte de cinta se dio por inaugurado el monolito.
En ese instante, se comenzó a sentir el ritmo de la escuela de samba, como así también los gritos y aplausos de la hinchada. Junto a la batería se encontraban bailando la reina de la bateria, Gisela Iberlucea y la bastonera de la comparsa, Verónica Siviero. Luego se unió para completar el desfile de bellezas, la flamante reina de los 50 años, Rocío I.
La velada continuó con un brindis y el corte de torta tan esperado, para luego dar paso al baile en donde se pudo ver a los diferentes comparseros reencontrándose, algunos después de 10 años sin verse. Concurrieron también, reinas de diferentes años y marabuceros de diferentes lugares del país que disfrutaron de esta celebración popular.
Por último y luego que todo se desarrollara con total normalidad, se dio por finalizada la fiesta, la que reunió a cientos de personas de todas clases y sin distinciones, con un mismo objetivo: disfrutar de una fiesta marabucera.
Una banda interesante de ex integrantes se reunió durante varios días para armar la fiesta. Con sólo la colaboración de estos ex comparseros y la ayuda de panaderías locales que aportaron la torta, la flamante fiesta comenzaba a tomar un rumbo interesante.
El día de la fiesta, un aire de compañerismo y reencuentros hizo emocionar a mas de un curioso que cruzaba por ahí. Juntos limpiaban la vereda de San Martín y Sarmiento, y adornaban con globos a lo largo de la calle Sarmiento, especialmente frente al club Sarmiento, lugar del baile.
La noche llegó, de a poco la gente se comenzó a juntar, y para sorpresa de muchos, el pueblo marabucero dijo presente, inundando calles y veredas con una alegría inmensa y con gran espectativa por la inauguración del monolito. Junto a la gran cantidad de participantes, muchos medios de comunicación locales transmitían la fiesta de los marabuceros.
Fue entonces que llegó el momento de la inauguración, la altisonante voz de "Moncho" Chilotegui presentó a las fundadoras de la comparsa: "Negra" Espíndola y "Mami" Borda, a la primer reina, "Ñata Kigental", también al creador de la marcha de Marabú "Chacho" Hartl y a un diseñador apasionado, Mario Merlo. Luego del corte de cinta se dio por inaugurado el monolito.
En ese instante, se comenzó a sentir el ritmo de la escuela de samba, como así también los gritos y aplausos de la hinchada. Junto a la batería se encontraban bailando la reina de la bateria, Gisela Iberlucea y la bastonera de la comparsa, Verónica Siviero. Luego se unió para completar el desfile de bellezas, la flamante reina de los 50 años, Rocío I.
La velada continuó con un brindis y el corte de torta tan esperado, para luego dar paso al baile en donde se pudo ver a los diferentes comparseros reencontrándose, algunos después de 10 años sin verse. Concurrieron también, reinas de diferentes años y marabuceros de diferentes lugares del país que disfrutaron de esta celebración popular.
Por último y luego que todo se desarrollara con total normalidad, se dio por finalizada la fiesta, la que reunió a cientos de personas de todas clases y sin distinciones, con un mismo objetivo: disfrutar de una fiesta marabucera.
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